La dificultad a la hora de tener hijos y las peculiaridades del tratamiento de reproducción asistida hacen aflorar infinidad de sentimientos: ansiedad y frustración por no haber conseguido ser padres, desesperanza por los intentos fallidos, culpabilidad o temor a compartir el problema de fertilidad con los demás… Estos sentimientos tienden a acrecentarse en Navidad, una época del año en la que parece obligado compartir el espíritu alegre y esperanzador, y en la que los niños son los verdaderos protagonistas de las reuniones familiares.

En Navidad todo parece girar en torno a los más pequeños, a los que todos quieren hacer felices con regalos, reuniones y actividades familiares. Para las parejas que están siguiendo un tratamiento de reproducción asistida, estos momentos pueden generar cierta incomodidad y desasosiego.

A esto debemos sumar las numerosas reuniones familiares en las que a veces es inevitable escuchar preguntas como ¿Para cuándo el niño/niña? por parte de personas que no conocen la situación ni son conscientes del impacto que ese simple comentario tiene en una pareja que está sobrellevando los cambios emocionales asociados a la búsqueda de un bebé mediante reproducción asistida.

Para lidiar lo mejor posible con estas situaciones, te ofrecemos los siguientes consejos:

  • Regula tus emociones. Evita que tus pensamientos giren en torno a la frustración por no poder ser padres de momento. Piensa que estás haciendo todo lo que está en tus manos y que ya te estás ocupando de este asunto siguiendo el tratamiento de reproducción asistida más indicado para tu caso.
  • Maneja la presión social y habla con tus familiares más cercanos. Siempre que te sientas cómoda haciéndolo, habla con tus familiares sobre los problemas de fertilidad, el tratamiento que estás siguiendo y lo difíciles que te resultan a veces algunos comentarios o las reuniones que giran en torno a los más pequeños. De esta manera, podrán apoyarte y reducir en la medida de lo posible gestos o comentarios que puedan hacer que aflore tu frustración.
  • Evita el aislamiento social. Los eventos familiares y laborales se multiplican en la época navideña, y es posible que te dé pereza asistir a muchos de ellos. Pero recuerda que asilarte solo hace que te focalices más en los problemas, aumenta la ansiedad y los sentimientos de culpa o frustración. Para evitar centrarte en esos pensamientos negativos, es importante que tanto tú como tu pareja contéis con el apoyo de las personas más cercanas.
  • Aprende a decir que no y haz tus propios planes. Como hemos comentado, la mayoría de los planes navideños suelen girar en torno a los más pequeños de la casa y es posible que te sientas obligada a asistir a muchas de las actividades que haya organizado la familia, como por ejemplo ir a ver todos juntos las luces de navidad, el mercadillo navideño… Si alguno de los planes te resulta incómodo, simplemente di que no y organiza tus propias visitas y actividades junto a tu pareja y amigos cercanos.
  • Cuida de tu pareja. Recuerda que para tu pareja esta época del año también puede tener un impacto emocional importante. No la descuides, habla con ella, compartid vuestros sentimientos y buscad apoyo el uno en el otro.
  • Sigue tu rutina. En la medida de lo posible, sigue tu rutina en cuanto a alimentación saludable y ejercicio físico, tal y como te haya recomendado tu especialista en reproducción asistida. Y no pierdas el foco en que hay vida más allá de la Navidad, solo se trata de un periodo de ajetreo que no debe alejarte de tus objetivos de bienestar.