La menopausia es un periodo de cambios en el que la salud ósea se puede resentir. A continuación te contamos la relación que existe entre la menopausia y el desarrollo de osteoporosis.
La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la densidad ósea, lo que hace que los huesos se vuelvan porosos, más finos y pierdan fuerza. Esto aumenta el riesgo de fracturas que pueden causar gran dolor y discapacidad. Se estima que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirán una fractura causada por la osteoporosis.
Los cambios hormonales que se experimentan en la menopausia tienen un impacto directo en la pérdida de densidad ósea. Con motivo de los días mundiales de la menopausia y la osteoporosis, que se celebran cada mes de octubre, te contamos por qué y cuáles son los factores de riesgo que puedes modificar para disminuir el riesgo.
¿Cómo se desarrolla la osteoporosis?
Durante el crecimiento, los huesos experimentan un proceso continuo de renovación ósea en el que actúan los osteoclastos y los osteoblastos. Los osteoclastos se encargan de eliminar de manera selectiva la estructura ósea envejecida, mientras que los osteoblastos reponen el hueso que ha sido destruido por los osteoclastos.
Una persona alcanza su máxima densidad ósea entre los 20 y 30 años, periodo en que los huesos son más densos y fuertes. Conforme envejecemos, el proceso de remodelación ósea se ralentiza; de hecho, la destrucción de hueso es mayor que su reposición, y es entonces cuando se produce la osteoporosis.
La mejor manera de prevenir la osteoporosis es alcanzando la mayor densidad ósea posible en la edad adulta. Esto se puede conseguir mediante un consumo adecuado de calcio y vitamina D en las distintas etapas de la vida, y la práctica frecuente de actividad física.
¿La menopausia puede aumentar el riesgo de osteoporosis?
Sí, y esto se debe a que los estrógenos, cuyos niveles disminuyen durante la menopausia, tienen un papel clave en el proceso de remodelación ósea.
Conforme nos adentramos en la menopausia y desciende la producción de estrógenos, el ritmo de pérdida ósea es mayor que la reposición, por lo que no da tiempo a que se produzca la remodelación habitual del hueso. Se estima que las mujeres menopáusicas sufren una pérdida de densidad ósea del 2% al 3% cada año, aumentando así el riesgo de osteoporosis y fracturas.
¿Cuáles son los síntomas de la osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad que suele cursar sin síntomas hasta que se produce una fractura, que es la que hace saltar la alarma. Antes de que se produzca la fractura, algunos de los signos que nos pueden hacer sospechar de una osteoporosis son el dolor de espalda, habitualmente causado por un aplastamiento vertebral, tener una postura encorvada y una pérdida progresiva de estatura.
Las fracturas más frecuentes causadas por la osteoporosis son las vertebrales, seguidas de las de cadera y de colles. Todas ellas pueden causar complicaciones y discapacidad a largo plazo, empeorando poco a poco la calidad de vida.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la osteoporosis?
Además de la edad y de los cambios hormonales en la mujer, existen varios factores que contribuyen al desarrollo de la osteoporosis:
- Antecedentes familiares. Tener un familiar directo con osteoporosis eleva el riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Constitución ósea y delgadez extrema. Las personas delgadas y con una estructura esquelética pequeña tienen un menor capital óseo, por lo que tendrán menos reserva de hueso cuando se acelere su pérdida.
- Algunas enfermedades, como los trastornos tiroideos, la celiaquía, la enfermedad renal y hepática, y algunos tipos de tumores, elevan el riesgo de osteoporosis.
- Bajo consumo de calcio y otras deficiencias nutricionales a lo largo de la vida que no permiten alcanzar un pico de masa ósea adecuado.
- Tratamiento prolongado con algunos medicamentos, como los corticoides, que interfieren en el proceso de remodelación ósea.
- Numerosos estudios demuestran que el ejercicio físico, principalmente el que implica levantamiento de peso, tiene un efecto protector frente a la osteoporosis, mientras que el sedentarismo favorece y empeora la enfermedad.
- Tabaquismo y consumo elevado de alcohol.
¿Cómo puedo saber si tengo osteoporosis?
Puedes conocer la densidad de tus huesos y tu riesgo de sufrir osteoporosis mediante una prueba denominada densitometría ósea, que mide el grado de mineralización del hueso.
¿Se puede tratar la osteoporosis?
El tratamiento de la osteoporosis depende, entre otras cosas, del grado de afectación. En ocasiones, puede ser suficiente con la modificación de algunos factores de riesgo, el consumo de calcio y vitamina C, así como con la adopción de hábitos de vida saludables asociados con la alimentación y el ejercicio físico.
Si el grado de afectación es alto, se han producido fracturas o hay un gran riesgo de sufrirlas, puede ser necesaria la administración de medicamentos que ayudan a frenar la pérdida ósea y fortalecer los huesos. En las mujeres menopáusicas, la terapia hormonal con estrógenos también puede ayudar a mantener la densidad ósea.