El Día Mundial del Cáncer Ginecológico, que se celebra el 20 de septiembre, está enmarcado en un mes que se dedica íntegramente para concienciar a la población sobre la importancia de prevenir, detectar y tratar de manera precoz los cánceres ginecológicos, entre los que se encuentran el de ovario, endometrio, vulva, vagina y cuello del útero (cérvix). Algunos de estos tumores, como los de vulva y vagina, son raros y poco frecuentes, mientras que el de endometrio y el de cuello del útero son los de mayor prevalencia. De hecho, el cáncer de cuello de útero es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en la mujer a nivel mundial.

Un alto porcentaje de los cánceres ginecológicos se detectan cuando están en fases avanzadas, ya que los síntomas iniciales pueden confundirse con los de otras patologías, lo que dificulta mucho su abordaje. De ahí que para combatirlos haya que hacerlo en dos frentes: información para que las pacientes puedan identificar posibles síntomas y revisiones ginecológicas frecuentes.

 

¿Cuáles son los síntomas de los cánceres ginecológicos?

En las etapas iniciales el cáncer ginecológico puede ser asintomático y pasar desapercibido, o mostrar síntomas que se confunden con los de otras enfermedades benignas. Ante cualquier anomalía o cambio sospechoso, es importantes que consultes con tu ginecóloga. Cuanto antes se detecté el tumor, mayores serán las probabilidades de tratamiento y curación.

Cada tipo de cáncer ginecológico puede tener síntomas específicos, pero también existen algunos síntomas comunes, como por ejemplo las secreciones o los sangrados anormales.

 

Cáncer de endometrio

  • Flujo y sangrado vaginal anormales.
  • Dolor pélvico.

 

Cáncer de cérvix (cuello del útero)

  • Sangrado vaginal más prolongado o abundante de lo habitual.
  • Sangrado anormal entre reglas o en la etapa postmenopáusica.
  • Secreciones vaginales abundantes.
  • Dolor durante las relaciones sexuales y sangrado después del coito.
  • Dolor pélvico y/o de espalda.

 

Cáncer de ovario

  • Flujo y sangrado vaginal atípico, sobre todo tras la menopausia.
  • Dolor o sensación de presión en la zona pélvica.
  • Dolor abdominal y/o de espalda.
  • Hinchazón, dificultad para comer y sensación de estar llena.
  • Ganas de orinar más y con mayor urgencia, y estreñimiento.

 

Cáncer de vagina

  • Secreciones y sangrado anómalos.
  • Dolor pélvico, al orinar y durante las relaciones sexuales.
  • Aparición de una masa sospechosa en la vagina.
  • Estreñimiento.

 

Cáncer de vulva

  • Sangrado anormal.
  • Aparición de un bulto o masa en la vulva que puede parecerse a una verruga o a una úlcera.
  • Picor y/o dolor en la zona de la vulva.

 

¿Se puede prevenir el cáncer ginecológico?

No existe una manera de prevenir los cánceres ginecológicos, ya que su desarrollo depende de factores muy diversos, como los genéticos, metabólicos, autoinmunes o ambientales. Algunos de estos factores están relacionados con el estilo de vida y pueden modificarse, lo que tal vez podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer ginecológico y otro tipo de enfermedades asociadas a esos hábitos.

Los tumores ginecológicos causados por el virus del papiloma humano, como el de cuello del útero, se pueden prevenir mediante la administración de vacunas específicas comercializadas y aprobadas en España. Estas vacunas también ayudan a prevenir los tumores de vagina y vulva causados por este virus.

 

Revisión ginecológica anual, ¡tu aliada frente al cáncer ginecológico!

La mejor manera de ‘prevenir’ el cáncer ginecológico es acudiendo a tus revisiones ginecológicas anuales, en las que mediante distintas pruebas, como la citología o la ecografía transvaginal, se podrá detectar de manera precoz cualquier anomalía e iniciar el tratamiento cuanto antes.

Como ocurre en otras enfermedades, en el caso del cáncer ginecológico el tiempo es oro, ya que el pronóstico, la tasa de supervivencia y las posibilidades de curación dependerán de la fase en la que se detecte.

En el Centro Médico Sanchinarro puedes programar tus revisiones ginecológicas anuales para cuidar tu salud y detectar de manera precoz cualquier posible trastorno.