El retraso de la maternidad se ha convertido en una tendencia imparable en las sociedades occidentales, incluida la española. Factores como la inestabilidad laboral y económica, la incorporación de la mujer al trabajo, el deseo de desarrollar una carrera profesional y la falta de ayudas a la maternidad hacen que cada vez se postergue un poco más el momento de ser madre.

A esto debemos sumar la idea errónea de que es fácil ser madre a cualquier edad, alentada por la imagen de personajes públicos e influencers que son madres a edad avanzada, aparentemente sin dificultad, y por el slogan de que ‘los 40 son los nuevos 30’.

Esto puede ser verdad como reclamo publicitario para seguir disfrutando plenamente de distintos aspectos de la vida, pero en el ámbito de la reproducción se trata de una creencia equivocada. De hecho, Según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el 33 % de las mujeres mayores de 43 años cree que pueden ser madres de manera natural. Sin embargo, sólo 1 de cada 100 mujeres consiguen ser madres a esa edad de forma natural.

Y es que el paso del tiempo deja una huella imborrable en todos los ámbitos de nuestra vida, incluido el reproductivo. A partir de los 35 años, la reserva ovárica y la calidad de los ovocitos disminuye drásticamente dificultando la concepción. Además, aumentan las probabilidades de que el embrión presente alteraciones cromosómicas incompatibles con la vida.

 

El impacto del reloj biológico en la genética y la fertilidad en cifras

  • A partir de los 38 años, más del 50 % de los embriones presentan alteraciones genéticas, cifra que llega al 70 % a partir de los 40 años.
  • El riesgo de aborto por errores cromosómicos, trastornos ginecológicos o edad paterna avanzada es del 35 % entre los 40 y 45 años, y del 45 % a partir de los 45 años.
  • A los 40 años, 1 de cada 105 embriones presenta síndrome de Down, y a los 44-45 años afecta a 1 de cada 35 embriones.
  • Las gestaciones a edad avanzada pueden aumentar el riesgo de diabetes y preeclampsia (hipertensión durante el embarazo).

 

¿El reloj biológico de los hombres también influye en su fertilidad?

Sí, los hombres también ven afectada su fertilidad debido a la edad y a factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo, el consumo de drogas o la hipertermia, que influyen tanto en la cantidad como en la calidad y la motilidad de los espermatozoides, causando daño en su ADN. Según un análisis demográfico realizado por la SEF, la fertilidad masculina disminuye un 23 % cada año a partir de los 35 años. Y otros estudios indican una disminución progresiva de la fertilidad en los hombres a partir de los 43 años.

 

La importancia de cuidar tu salud reproductiva

De haber sabido el gran impacto del reloj biológico en la genética y la fertilidad, muchas personas habrían tomado las medidas necesarias para preservar su fertilidad y evitar así problemas de concepción cuando decidieran tener un hijo.

Sea cual sea tu situación, es muy importante que te ocupes de tu salud reproductiva y acudas al especialista para conocer el estado de tu fertilidad. Solo así podrás saber cuáles son tus expectativas reales y tomar una decisión informada a tiempo.

Si decides postergar la maternidad, la vitrificación de ovocitos es una excelente opción para conservarlos con sus propiedades intactas y utilizarlos cuando decidas ser madre. En cuanto a la detección de anomalías cromosómicas, el screening de aneuploidías en el primer trimestre, el test de diagnóstico prenatal no invasivo a partir de una muestra de sangre materna, la amniocentesis o la biopsia corial son herramientas útiles para identificar posibles alteraciones.

En los tratamientos de FIV, el Diagnóstico Genético Pre-Implantacional No Invasivo EMBRACE permite identificar los embriones cromosómicamente normales para su transferencia al útero. De esta manera, en las mujeres más mayores se eliminar el factor de la edad como causa de anomalías cromosómicas y la tasa de embarazo se equipara al de las mujeres jóvenes.